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 Duermen

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Con la mano suave, pequeña, tierna y cálida aprieta su dedo índice firmemente y desde su cuna lo mira…

Totalmente entregado a ese pequeño ser, el corpulento hombre admira el producto de su creación…

Ambos se miran, se sonríen y formando un puente de amor entre cuna y cama, las dos almas cierran los ojos, descansan y el amor crece…

Adiós…

Me encontré con mí mismo al final del camino, me vi más viejo y más demacrado; a mi lado el silencio me abrazaba y me miraba tristemente…

Una niña tomaba la mano del silencio, Soledad era su nombre, con sus ojos grandes me observaba profundamente con esas miradas que te tocan el alma, que te dicen acá estoy, que no puedes evitarlas aunque quieras, porque sabes que ahí están, sentenciantes, acosadoras y con peso propio.

Miré a mi amigo Silencio y a su amiga Soledad por largo tiempo, mientras que uno sonreía y la otra no dejaba de observarme.

El tiempo transcurría arrastrándose moribundo, queriendo llegar mas allá de donde daban sus fuerzas, mi piel se fue aflojando a medida que mis huesos me dolían, el pelo fue cayendo y la nieve fue quedando, enfriando sentimientos producto de golpes que fueron formando una gran caparazón…

El peso de la coraza hizo ceder mi cuerpo, que producto del cansancio fue quedándose dormido, mientras mis ojos hambrientos por ver lo nunca visto se cerraron muy despacio sonriendo a mis amigos…

Me encontré con mí mismo al final del camino, me abracé y me besé para tomarme de la mano y caminar hacia el sol que se ponía, dejando atrás a mi amigo Silencio y su amiga Soledad que abrazados, de mí se despedían…

http://www.youtube.com/watch?v=GUf81ofAZV0




Escapando

La ruta bajo las ruedas de mi auto es una caricia para el placer de viajar, la ruta solitaria me hace compañía, somos amantes en el trayecto, ella me entiende, la soledad no existe cuando conduzco sobre ella, ya nadie puede dañarme, el dolor quedo colgado de un perchero a cientos de kilómetros en la ciudad de los mil edificios.

En la radio suena Willy Crook, mi cabeza rebota al ritmo de su música y mis pies pisan el acelerador, el sonido del motor es cómplice del placer de ser libre, disfruto y saboreo cada bocanada de aire que entra por la ventanilla, la ruta sonríe al verme feliz, me recibe y me invita a seguir con ella, me charla al oído, me dice que todo pasa, que nada es tan grave y que lo mejor aun esta por venir.

Bajo mi auto los bastones blancos pintados en la ruta van quedando atrás, me avisan de lo lejano que van quedando mis problemas, miro mi espejo retrovisor, adiós discusiones, adiós vida triste, hola futuro incierto, hola amiga ruta, me entrego a vos a tus brazos cálidos y eternos.

La lejanía y el saberte cada vez más lejana me hacen sonreír de forma automática y acelerar para perderme en la inmensidad de mi nueva amiga, la ruta…

 



Voy a decirtelo

http://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=B3XdXEJEI4E

 

 

Setenta y tres años no son muchos, más aun cuando te dicen que no te quedan muchos pasos por dar…

 

Nací en un humilde barrio, calles de tierra, pocas casas, el sonido de música fuerte saliendo de algunas de ellas, gritos de discusiones caseras, ropa tendida, humo de asados domingueros, chicos correteando en las calles, y ella; la niña mas hermosa del mundo regalándome una sonrisa a mi, un perdedor…

 

Los días trascurrían felices, el grito de mama y la eterna lucha por despertarme, a regañadientes logro levantar el pesado cuerpo de la cama., pelos parados y ojos hinchados son el rastro de una lucha con el sueño, en la gran batalla siempre soy el perdedor, mi cuerpo se desploma rendido hacia el colchón, por lo que mama contraataca, ella vence; pero mañana será otra día y entonces veremos, se que ella pierde ese poder los fines de semana…

 

A diferencia de otros chicos la escuela para mi es la posibilidad de ver al amor de mi vida, Greco, Carla Greco, lo mas lindo sobre la tierra, en cada sonrisa que de ella se desprende, adivino su aliento suave, perfumado, limpio, transparente, calido, aire que me da vida…

 

Ella se sienta adelante, desde el fondo diviso sus dos colitas atadas con cintas azules, se que hay una señorita hablando por que la escucho como de fondo a esa imagen angelical sentada al frente…

 

Los años transcurrían tranquilos, sin preocupaciones; fiesta patria y en uno de los actos a la maestra se le ocurrió que yo debía actuar, ¿mi papel…?, un árbol, si un ridículo árbol que después de unas frases leídas por mis compañeros debía morirse, o mejor dicho hacer hacia que se moría, ese ridículo papel iba a hacer de mi vida desde entonces una dura vida cuesta arriba, producto de las cargadas y de apodos varios; ombú, paraíso, palmerin, palo borracho y otros que no recuerdo ahora son solo alguno de los nombres que tendría en los años que siguieron en esa escuela…

 

Nunca me destaque por mi valentía, y las cargadas hicieron de mi una persona aun mas retraída, el amor por Carla fue mi mas preciado tesoro guardado en mi interior, oculto bajo siete llaves, escondido en el rincón mas oculto de mi guardapolvo, solo el consuelo de verla corriendo, riendo, hablando con otras nenas me hacia feliz, me hacia sentir vivo.

 

1982 me sorprende con una guerra que no entiendo, a los doce años una guerra no es símbolo de muerte, es solo una guerra; discurso de fin de año oído desde un micrófono que acopla, el sonido quejumbroso y molesto de repente me da un cachetazo y me trae a la realidad, me están despidiendo, séptimo grado es el fin del camino conocido para comenzar uno nuevo, ya no mas cargadas, no mas apodos para mi, no mas guardapolvos, chau pupitres maltrechos y escritos, adiós aulas húmedas y frías, inmediatamente una sonrisa se dibuja en mi rostro, esta se diluye cuando me doy cuenta que la felicidad de ese momento me trae un vuelto, no voy a volver a verla…

 

Una secundaria sin mayores sobresaltos, amigos de fierro, las primeras novias, el primer cigarrillo, los primeros desencuentros amorosos, las rateadas…

 

Facultad, el primer laburo, las fiestas, el sexo…

 

No puedo decir que mi vida fue difícil, no puedo decir que sufrí, no puedo decir que me faltaron cosas materiales, lo que si puedo decir que lo que jamás me abandono fue la soledad, y la melancolía de aquel amor de niño, jamás intente buscarla, igual que esas épocas de escuela, cuando no podía hablarle, jamás intente buscarla, fantaseaba con estar hablando con ella, con abrazarla, con besarla, con hacerle el amor, pero jamás intente buscarla, ustedes se preguntaran por que, yo también…

 

Soy un empresario exitoso, en la comodidad de mi hogar y resguardado del mundo, en un country construido por mi mismo, abro un sobre, de el un papel que me informa o mejor dicho me sentencia, atónito y mas solo que nunca leo aquella frase, “… se estima tres meses de vida…”, el silencio y la nada son mis compañeros en el momento donde lo hecho y lo no hecho no existe, y el instante es oro liquido que se escurre entre mis dedos…

 

Desde mi ventana, postrado en mi cama, veo el verde de mi jardín, el pensamiento solo me transporta a vos, donde estarás, quien te hizo feliz, pensaste alguna vez en mi?,

 

Sonrío al saberte viva, sonrío al recordarte, sonrío cuando pienso que compartí alguna vez tu mismo aire…

 

Fallecí el 23 de Septiembre de no se que año, y aquí sigo encerrado en esta casa, esperando animarme para poder hablarte y decirte cuando te amo…

 

 

Setenta y tres años no son muchos, mas aun cuando te dicen que no te quedan muchos pasos por dar…

                                                                       Silvio

 



 
   
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